Mi experiencia consiste en impartir las clases a través
de la tableta digital que está conectada vía wi-fi con un proyector, de manera
que tanto las explicaciones como la corrección de ejercicios se hace en la
tableta y se proyecta simultáneamente, dejando de lado la pizarra convencional.
Podemos en cualquier momento volver hacia atrás o proyectar clases anteriores.
En el momento de finalizar la clase comparto todo lo que hemos hecho con el
alumnado y automáticamente esto les llega a sus dispositivos a través del
correo electrónico.
¿Qué cambios ha
supuesto en la forma de enseñar?
- El primero de los cambios es la ubicación del profesor. El profesor ya no se sitúa frente a la pizarra, delante de todo el alumnado y dirigiendo la clase, sino que el profesor es uno más dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, se sitúa entre los alumnos, se sienta en un pupitre al lado de ellos, o cambia de pupitre para poder ayudar a aquellos alumnos que así lo necesiten. Esto hace que el alumnado esté más atento, colaborador y se integre en la clase con mayor facilidad.
- El segundo de los cambios es que ya no necesitan copiar en su totalidad todo aquello que se escribe en la pizarra y pueden atender mejor y participar con más libertad, ya que el contenido de la sesión lo van a tener guardado en su dispositivo y podrán consultarlo después en casa.
- Otro cambio importante es que las faltas de asistencia a las clases ya no repercuten en su ritmo de aprendizaje, puesto que pueden revisar los conceptos estudiados en la clase desde casa y comentar en la siguiente sesión aquellas dudas que les hayan surgido.
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